En conclusión, construir una casa no tiene por qué ser una inversión costosa si se planifica adecuadamente. Al elegir el terreno adecuado, diseñar una casa simple, planificar el presupuesto con anticipación, usar materiales asequibles y duraderos y hacer algunas tareas por uno mismo, se puede ahorrar dinero en el proceso de construcción. De esta manera, se puede disfrutar de una casa asequible y bien construida, que proporcionará un hogar seguro y cómodo para muchos años por venir.